El Centro de Alto Rendimiento (CAR) del Estadio Nacional ofrece una amplia gama de servicios a los seleccionados chilenos para los Juegos Olímpicos. Psicólogos, médicos, traumatólogos, masoterapeutas, kinesiólogos y nutriólogos, entre otros profesionales, trabajan diariamente para que los nacionales lleguen en forma óptima a Brasil.
Por Sala de prensa del IND / 30 de julio, 2016
Los Juegos Olímpicos de Río 2016, que serán inaugurados el próximo 5 de agosto, tienen la cifra histórica de 42 chilenos clasificados. Los nacionales, muchos de los cuales tienen dos y hasta más ciclos olímpicos, llevan no tan solo meses, sino que años preparando lo que será su participación en el mega evento deportivo. Y uno de los lugares que ha sido clave en este proceso, es el Centro de Alto Rendimiento (CAR) que tiene el Instituto Nacional de Deportes en el Estadio Nacional, espacio que si se quiere llevar a un lenguaje coloquial, es el “taller de mantenimiento y reparaciones” de los deportistas, con más de 20 profesionales que día a día brindan soporte a los seleccionados chilenos que compiten en los deportes de proyección olímpica, mundial o panamericana.
La cita de los cinco anillos ha intensificado las actividades de medición y “puesta a punto” de los criollos en el CAR. La gimnasta Simona Castro, el judoca Thomas Briceño y la lanzadora de la bala Karen Gallardo, son sólo algunos de los que utilizan los servicios del Polideportivo con miras a lograr una preparación impecable para el evento en tierras cariocas. Las hermanas de la navegación a vela, Arantza y Begoña Gumucio, quienes compiten en la categoría 49er FX, también asisten regularmente al CAR, donde, entre otras prestaciones, tienen el apoyo del psicólogo Alexi Ponce, quien las ayuda a enfrentar los días previos a su debut en Río.
Respecto del apoyo que reciben en el CAR, Arantza sostuvo que “tras clasificar a los Juegos se nos abrieron las puertas totalmente y hemos podido hacernos evaluaciones médicas, análisis de sangre y estamos trabajando con el área de nutrición y el área psicológica”.
Begoña agrega que “el apoyo de verdad ha sido muy importante porque, a modo de ejemplo, los exámenes de sangre que nos hacemos desde 2015, nos han permitido ver que nuestro cuerpo sufre muchas variaciones durante un campeonato. A veces te sube o te baja el cortisol y esas cosas uno nunca las sabría si no fuera por estas mediciones. Es así que hay momentos de estrés muy grande que gracias al trabajo que hacemos con Alexi aprendemos a controlar permitiendo que nunca llegue a peaks tan grandes, y hemos podido comprobar que todo eso nos ayuda mucho en el agua”.
Ponce, profesional con años de trabajo en el CAR, agrega por su parte que “lo que nosotros hacemos acá es preparar al deportista en el entrenamiento psicológico o mental, un elemento que los deportistas pueden entrenar al igual que como lo hacen en el aspecto físico. Con ello nosotros los ayudamos a generar estrategias para enfrentar los desafíos competitivos. La mirada de la psicología del deporte apunta a que el rendimiento del entrenamiento se transforme en rendimiento competitivo, y que variables como la el manejo de la ansiedad o del estrés, y la toma decisiones o la comunicación, sea de la mejor forma para poder lograr eso. Muchas veces en el alto nivel las diferencias no están en el aspecto físico-técnico sino que en el aspecto mental”.
El profesional añade que “todos los deportistas tienen cosas que los relajan o los distraen, entonces lo que uno busca para combatir estos momentos de alto estrés es que ellos regularmente tengan esa práctica. A algunos los relaja leer a otros escuchar música o ver la televisión. Entonces que ellos hagan estas actividades contrarresta las exigencias competitivas”.
Otro profesional clave del equipo que cuida a los chilenos rumbo a Río es Francisco Verdugo, coordinador del área médica del Centro de Alto Rendimiento. Este espacio tiene dos formas regulares de ingreso: la consulta médica espontánea, a la que puede acceder cualquier deportista que sea seleccionado nacional o Proddar (Programa de Desarrollo de Deportistas de Alto Rendimiento), solicitando una hora para atenderse de acuerdo a su dolencia. El cuerpo médico está compuesto por 10 profesionales, con cinco deportólogos y cinco traumatólogos, donde los primeros atienden patologías como resfríos, otitis, desgarros o esguinces.
Verdugo sostiene que “si luego del diagnóstico, consideramos que el deportista necesita un examen, tenemos la posibilidad de hacer toma de muestras los martes y los jueves, donde viene un laboratorio que tiene convenio con nosotros. También tenemos un ecógrafo que nos permite hacer el estudio de partes blandas para determinar desgarros, y también tenemos un cardiólogo que hace ecocardiografías y electrocardiogramas”.
La segunda forma de ingreso de un especialista es el Plan de Acción Biomédico (PAB). Para proceder, el profesional señala que “regularmente nos juntamos con el Head Coach de alguna federación y vemos toda la temporada de competencias y todos sus ciclos de entrenamiento. Nos sentamos todo el equipo de Ciencias del Deporte, es decir, kinesiólogo, médico, fisiólogo, psicólogo, nutricionista y metodólogos a planificar en qué momentos le vamos a hacer evaluaciones según el ciclo entrenamiento que tenga y según las competencias que vaya teniendo durante el año”.
Así Río 2016 será el evento que servirá para medir el impacto de los nuevos servicios que el CAR ofrece para el deporte de alto rendimiento. Con una delegación histórica, y con muchos deportistas que estuvieron muy cerca de lograr la clasificación olímpica, ya se vislumbran algunos de los resultados de la gran apuesta para la alta competencia del Instituto Nacional de Deportes.
